Dolor dolor...





Les digo que la pena sin esperanza es pena sin pasión,
y que sólo los hombres incrédulos sienten dolor.

Furiosos por la angustia en el aire de la noche,
se aúpan hacia el trono de Dios vociferando conjuros.

En un desierto pleno de almas, yace el silencio desnudo
bajo el albo celeste y vertical ojo del cielo absoluto.

El hombre de corazón profundo expresa la pena
por sus pesares en el silencio, más queda mudo,
como una estatua descomunal erguida en eterna piedra.

Pueden tocarlo, la piedra de sus ojos nunca se humedece,
pues si llorar pudiese, podría surgir y desaparecer.



Madrid/2012




Fenecer de deleites...





Podría estar más solo sin mi soledad,
estoy a mi destino tan habituado,
que tal vez la otra paz,
podría interrumpir en la oscuridad
y llenar los vacíos del pequeño cuarto,
demasiado escaso en su medida
para contener el misterio de ella.

No estoy habituado a la esperanza,
podría entrometerse en su dulce ostentación,
violar el lugar ordenado para el sufrimiento,
sería más fácil fallecer con la tierra a la vista,
que conquistar mi azul península,
fenecer de deleites.


Madrid/2012